Evita pelis de terror con la correcta identificación de fármacos
Muchos de los errores que se producen con los medicamentos tienen que ver con su identificación (o su no identificación, que es peor), dándonos argumentos para rodar auténticas pelis de terror.
Por ello, pensamos que todo el tiempo invertido en el etiquetado de fármacos para que tengan toda la información necesaria o identifique de manera inequívoca a un paciente, ES POCO.
Identificación del paciente
Los fármacos que son dispensados en unidosis en el hospital o entregados a un paciente concreto, deben ir identificados de tal manera que no pueda producirse equivocación alguna.
Para ello, agencias de calidad como Joint Commission recomiendan que el fármaco vaya identificado con al menos DOS identificadores inequívocos relacionados directamente con el paciente, por ejemplo:
- número de historia y nombre y dos apellidos
- número de historia y fecha de nacimiento…etc
En ningún caso debe utilizarse como identificador algo que pueda ser variable, por ejemplo el número de habitación o número de cama, ya que en el transcurso de la atención sanitaria puede variar y dicha información no estar en conocimiento de todo el personal que atiende al paciente. Un ejemplo:
“CELADOR -Traigo esta quimioterapia que me han dicho que es del paciente del 3.
SANITARIO A -Mía
SANITARIO B -Pues yo también tengo una quimio en el 7
SANITARIO A -Pero si solo tenemos un paciente de quimio en toda la planta… ¿será el tuyo entonces que lo cambiaron de habitación esta mañana desde el 3…?”
(Este diálogo está sacado de una película que nos montamos en Stop Errores a menudo que se titula: “MIEDO”).
Identificación del fármaco
A la hora de identificar un fármaco a dispensar, en éste siempre se deberá de indicar principio activo, resto de componentes si procede, dosis y vía de administración de manera inequívoca. Cualquier omisión de información puede dar lugar a un error de medicación porque se impida la verificación secundaria de la dosis o se provoque que se administre por una vía errónea distinta a la indicada
(jarabes por vía intravenosa –“MIEDO, SEGUNDA PARTE”-).
Asimismo es importante señalar la caducidad y estabilidad de las preparaciones siempre, para evitar que se usen fuera de este periodo pudiendo causar un daño al paciente ya sea por un efecto no deseado o por ausencia de un efecto beneficioso.
Identificación de medicamentos especiales
Lo repetimos siempre, pero vamos otra vez.
Ciertos fármacos precisan de una identificación particular por sus características. Así pues podemos destacar los siguientes.
- Citostáticos: Se recomienda que exista un etiquetado adecuado de estos medicamentos para avisar al usuario del contenido. Un citostático, ya sea para su preparación intravenosa o para su administración oral, debe manipularse con extremo cuidado ya que el profesional o el paciente/cuidador puede contaminarse. (Esto ya sale en la película “MIEDO, primera parte”)
- Alto riesgo: la medicación de alto riesgo de la que hemos hablado anteriormente, es la medicación que cuando se dosifica o administra de manera incorrecta puede tener consecuencias fatales en el paciente. Etiquetar la medicación definida como “alto riesgo” alerta de la necesidad de prestar una mayor atención a la administración y el uso de estos fármacos. (éstos hacían de malos en la precuela “MIEDO DESCONOCIDO”)
- Anestésicos y código de colores, (protagonistas indiscutibles de “MIEDO SEGUND PARTE junto a los jarabes por vena”): existe un Sistema Internacional de código de colores para el etiquetado de las jeringas con medicamentos, al cuál ya nos hemos referido alguna vez. Según este código cada grupo terapéutico tiene asociado un color concreto. Toda la información viene recopilada en “Recomendaciones para el etiquetado de los medicamentos inyectables que se administran en Anestesia” http://sensar.org/2011/sensar-e-ismp-publican-recomendaciones-etiquetado-medicacion/ y han sido recopiladas por SENSAR (Sistema de Notificación en Seguridad en Anestesia y Reanimación) e ISMP España.